Vincent van Gogh, Seara com ciprestes, 1889.
Amarillo cornija de los campos de cultivo
espigados al sol.
Amarillo de los tiempos de niñez
en que el polvo de las calles era sólo
la consecuencia de caminar más deprisa.
Amarillo de una maña preclara
en que te miré y rencontré la elegancia de la sencillez.
Amarillo de una tarde de verano
de piel sudada de deseos y ansiando por tu cuerpo.
Amarillo del atardecer de la vida
en que te contemplo, compañera de jornada.
No de una lucha,
no de una aventura maravillosa,
pero simplemente de una vida.
¿Por ventura será poco?
İAdemás Tu eres tanto!
F.L.
2 comentários:
Excelente poema! Os meus parabéns pela arquitectura das palavras e pela entrelinhária eloquência! Abraço
Muito obrigado pela simpatia, ainda por cima de um Poeta!
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